Por fin el 11 de junio, dia de San Bernabé, salimos a dar una vueltilla y a comer por la Laurel con Diana. Hacía calor, pero se podía aguantar.

Cuando volvíamos para casa nos envontramos con una amiga de Diana, Verona, y su madre que bajaban a ver los jipis, y allí nos fuimos las 4 a recorrer los puestos en busca del bolso perfecto. Mientras tanto Lorenzo participó en el Torneo de Mus, aunque los eliminaron en la primera ronda.
El viernes me lo pasé resolviendo dudas a mis alumnos, que se examinaban el lunes y no lo tenían muy claro.

El sábado celebramos el cumple de Manu y Araceli, que nos invitaron a comer. Nos juntamos una buena recua en su casa y pasamos un rato muy agradable con las hemanas de Araceli (nos vemos poco pero nos llevamos bien) y el resto de la familia. Volvimos a casa agotados por el calor y por todo el jaleo, y necesitados de descanso porque al día siguiente teníamos otra celebración, el cumple de Francis.

Para celebrarlo subimos a tomar el vermú a Villamediana, un vermú torero que duró hasta las 8 de la tarde, que nos fuimos a la plaza para dar una vuelta y tomar un café y el aire, que falta hacía. Por la tarde algunos se pegaron un chapuzón en la piscina que les sirvió para refrescarse un poco.
El lunes tuve el examen (bueno, yo no, mis alumnos) y esta semana no he hecho mas que corregir, primero los exámenes y luego los trabajos pendientes, y poner notas, hasta hoy que he tenido la revisión. Todavía vendrá alguno mas a ver el exámen, pero creo que los que han suspendido lo tienen muy claro, y los que han aprobado no suelen venir a protestar.
Ayer comimos en Trevijano con la familia de mi madre. Nos invitó mi tía Carmen con motivo de su jubilación, y aprovechando que estaba por aquí Elisa también por su cumple.

Después de comer subimos hasta las eras a dar un paseo, ¡hasta la abuela! y recorrimos un camino muy chulo que hay dando la vuelta hasta la parte de atrás del pueblo. Se puede ver todo el valle desde allí.
Resumiendo, muchos días sin contar cosas, pero muchas cosas que contar. Esta es una temporada plagada de eventos familiares y como siempre lo que queda relegado es el trabajo de la tesis. Esta tarde por fin me he puesto un poco con ella, y pretendo a partir de ahora que no tengo alumnos ni excusas ponerme a tope, porque si no lo de depositar antes de agosto va a ser misión imposible.
Cuando volvíamos para casa nos envontramos con una amiga de Diana, Verona, y su madre que bajaban a ver los jipis, y allí nos fuimos las 4 a recorrer los puestos en busca del bolso perfecto. Mientras tanto Lorenzo participó en el Torneo de Mus, aunque los eliminaron en la primera ronda.
El viernes me lo pasé resolviendo dudas a mis alumnos, que se examinaban el lunes y no lo tenían muy claro.
El sábado celebramos el cumple de Manu y Araceli, que nos invitaron a comer. Nos juntamos una buena recua en su casa y pasamos un rato muy agradable con las hemanas de Araceli (nos vemos poco pero nos llevamos bien) y el resto de la familia. Volvimos a casa agotados por el calor y por todo el jaleo, y necesitados de descanso porque al día siguiente teníamos otra celebración, el cumple de Francis.
Para celebrarlo subimos a tomar el vermú a Villamediana, un vermú torero que duró hasta las 8 de la tarde, que nos fuimos a la plaza para dar una vuelta y tomar un café y el aire, que falta hacía. Por la tarde algunos se pegaron un chapuzón en la piscina que les sirvió para refrescarse un poco.
El lunes tuve el examen (bueno, yo no, mis alumnos) y esta semana no he hecho mas que corregir, primero los exámenes y luego los trabajos pendientes, y poner notas, hasta hoy que he tenido la revisión. Todavía vendrá alguno mas a ver el exámen, pero creo que los que han suspendido lo tienen muy claro, y los que han aprobado no suelen venir a protestar.
Ayer comimos en Trevijano con la familia de mi madre. Nos invitó mi tía Carmen con motivo de su jubilación, y aprovechando que estaba por aquí Elisa también por su cumple.
Después de comer subimos hasta las eras a dar un paseo, ¡hasta la abuela! y recorrimos un camino muy chulo que hay dando la vuelta hasta la parte de atrás del pueblo. Se puede ver todo el valle desde allí.
Resumiendo, muchos días sin contar cosas, pero muchas cosas que contar. Esta es una temporada plagada de eventos familiares y como siempre lo que queda relegado es el trabajo de la tesis. Esta tarde por fin me he puesto un poco con ella, y pretendo a partir de ahora que no tengo alumnos ni excusas ponerme a tope, porque si no lo de depositar antes de agosto va a ser misión imposible.
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