Una semana más, ya van tres. Voy teniendo ganas de volver a casa. Que no es que esté mal aquí, todo lo contrario, pero echo de menos mi casita, a Lorenzo, tomar el café con los de siempre, comer con la familia, cenar con los amigos, vamos, lo normal. Lo que peor llevo son los fines de semana sin conversación, ¡como no me gusta hablar! Como desde que estoy aquí la semana ha pasado casi sin darme cuenta. Por las mañanas trabajando en el despacho, la mayor parte de los días hasta tarde, y las tardes cada día una cosa diferente. El lunes comí sobre las 5, porque entre que salimos tarde de la uni, vine a casa, preparé la comida... hice horario Sedano ;-) Después de comer estuve leyendo unas cosillas y cuando cayó la tarde salí a caminar. Bajé por San Juan hasta el Puente de Palmas, que es peatonal, lo crucé y fui por el otro lado del Guadiana hasta el puente de los cabezones, que no se llama así pero ya os pondré una foto del final y me entenderéis. Terminé el recorrido volviendo hasta...
Mi ventana al mundo o el agujerito por el que el mundo me puede ver