El martes 18 fué el cumple de mi sobrino Juanjo. Era su primer cumpleaños sin su madre, pero creo que él disfrutó. Invitó a algunos amigos del cole a su casa a jugar y a merendar, y después merendamos los mayores. Yo le llevé un par de empanadas que, no es porque las hiciera yo, estaban muy buenas.
Ayer era el cumple de Marisa y nos invitó a merendar a su casa. También le llevé unas empanadas muy ricas, y una tarta de queso que hizo mi madre con la ayuda de la termomix y que les encantó a todos.
Hoy a las 12 y cuarto ha nacido Ramiro, el sobrino de Belén para el que preparamos el castillo de pañales. es un niño precioso. Ha pesado 3,300 k y tanto él como Susana (la madre) están estupendamente. Bueno, mejor el niño que la madre, porque después de 12 horas de parto se puede imaginar una el agotamiento. Pese al cansancio nos ha contado lo diferente que es un parto de una cesárea y estaba emocionada con las sensaciones. Eso es algo que yo no voy a experimentar.
Esta noche vamos a ir a cenar a casa de Ana y Javi. No celebramos nada, bueno si, la inaguración de su casita y su vida en común. Era una cena que teníamos pendiente desde julio, y que por unas cosas o por otras se ha retrasado hasta hoy. Espero que no nos emocionemos demasiado, aunque seguro que echamos de menos a la Miri.
En cuanto a las labores, el miércoles me dijo Diana que quería un muñeco de trapo, y lo preparamos y empezamos a coser. Ayer por la noche lo terminó. Es un poco flaco y tuerto, pero si para una que lo quiere así...
Ayer era el cumple de Marisa y nos invitó a merendar a su casa. También le llevé unas empanadas muy ricas, y una tarta de queso que hizo mi madre con la ayuda de la termomix y que les encantó a todos.
Hoy a las 12 y cuarto ha nacido Ramiro, el sobrino de Belén para el que preparamos el castillo de pañales. es un niño precioso. Ha pesado 3,300 k y tanto él como Susana (la madre) están estupendamente. Bueno, mejor el niño que la madre, porque después de 12 horas de parto se puede imaginar una el agotamiento. Pese al cansancio nos ha contado lo diferente que es un parto de una cesárea y estaba emocionada con las sensaciones. Eso es algo que yo no voy a experimentar.
Esta noche vamos a ir a cenar a casa de Ana y Javi. No celebramos nada, bueno si, la inaguración de su casita y su vida en común. Era una cena que teníamos pendiente desde julio, y que por unas cosas o por otras se ha retrasado hasta hoy. Espero que no nos emocionemos demasiado, aunque seguro que echamos de menos a la Miri.
En cuanto a las labores, el miércoles me dijo Diana que quería un muñeco de trapo, y lo preparamos y empezamos a coser. Ayer por la noche lo terminó. Es un poco flaco y tuerto, pero si para una que lo quiere así...

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