
Este año hemos cambiado el orden de las cosas. Normalmente después del chupinazo íbamos a la calle Mayor a beber y después a las 8 o así a comer un bocata o dos, pero este año hemos comido en la Laurel unos cuantos pinchos antes de ir a la Mayor. Empezamos con el de piña, gamba, piña, gamba, piña y gamba a la plancha, buenísimo, no lo había probado y me encantó. Después un bocatita Tio Agus en el Lorenzo, muy rico pero mejor cuando no son fiestas. Luego un roto de tiras de ternera y salsa de hongos, que es el de la semana, y después íbamos a por unas bolas de queso pero ha cambiado el propietario del bar y también la especialidad, que ahora es el Quejas, un bocata en pan de chapata de jamón, setas a la plancha y queso fundido. Espectacular.
Después del almuerzo recorrido por nuestros bares preferidos de la Mayor. Comenzamos por la Competencia, el Martintxo, el de las Quilmes, que nunca me acuerdo del nombre, el Fraggle (que por cierto voy a dejar de ir) y el Galicia. En el resto no solemos entrar, entre otras cosas porque subimos mucho la media de edad.
.jpg)
Como siempre sucede el día del chupinazo nos encontramos con todos los juerguistas de Logroño, y "en estas fiestas mateas saluda a todo el que veas, y si lo vuelves a ver le saludas otra vez", pues eso.
Sobre las 8 de la tarde llegaron Tere y Nekane y con ellas fuimos a cenar de pinchos a la San Juan. Yo me fuí a casa pronto, sobre las 11, porque no podía con los pies y con la cabeza. El resto de habitantes de mi casa se quedaron por ahí un rato más.

Las de Sanse y nosotros comimos de picoteo y después nos tomamos unos cafés y unos helados en el Junco y volvimos a casa (los mayores) a echarnos la siesta para que la conductora descansara un rato. Sobre las 9 se marcharon hacia Donosti y nosotros seguimos la fiesta.
Los fuegos de Valencia estuvieron muy bien, sólo faltó un poquito de viento para disipar el humo, pero aún así fueron muy bonitos. Francis se quedó dormido pese a las tracas y a Marta tampoco la despertaron. Cuando se acabaron fuimos al Pato Borracho a tomar un café en la terracita, y nos perdimos a Rosendo, pero a mi no me importó mucho, aunque se que a Lorenzo le habría gustado ir.
Esta noche iremos a ver a los Sultans of Swing sin falta.
Comentarios