Bueno, pues ya han pasado las elecciones y ya se ha producido la Investidura del Rector Magnífico de la Universidad de La Rioja. No puedo decir que esté igual de feliz que hace cuatro años, pero hemos votado y esta es la elección que hemos hecho. No hay más que mirar al campus para ver lo que ha cambiado en estos cuatro últimos años. Empezando por el Vives y su entorno, que buena falta le hacía, el parking y la peatonalización de Cigüeña son solo la parte más visible de cara a la ciudad. De puertas para adentro, han sido cuatro años en los que las puertas del rectorado han estado abiertas, se nos ha escuchado, se han aprobado medidas para mejorar las condiciones laborales del personal menos privilegiado. Como representante sindical, en estos años he tenido que escuchar algunas veces que con este equipo no discutía y es que resulta no había qué discutir. Han convocado plazas como nunca, todas las que se podía y alguna más en ocasiones, en contra incluso de alguna organización sindical
Mi ventana al mundo o el agujerito por el que el mundo me puede ver